Las fuertes lluvias y vientos no dejan de azotar el sur y el medio oeste de EE.UU., empeorando las condiciones en comunidades que ya sufrieron las consecuencias del mal tiempo.
Las empresas de servicios públicos se vieron obligadas a cortar la electricidad y el gasdesde Texas hasta Ohio debido al incremento de las inundaciones que se registró este domingo. Al mismo tiempo, las incesantes precipitaciones provocaron cierres de carreteras y la necesidad de proteger muchos hogares y negocios con sacos de arena.
Los meteorólogos advierten que el nivel del agua aún está lejos de bajar debido a la persistencia de las lluvias torrenciales en múltiples estados, algunos de los cuales han emitido alerta de formación de tornados, recoge AP.
Al menos 18 personas han muerto desde el miércoles, entre ellos varios menores. Un niño de 9 años quedó atrapado en una inundación mientras intentaba alcanzar su autobús escolar, otro niño de 5 años perdió la vida al caer un árbol sobre la casa de su familia, y un adolescente de 16 años falleció cuando ejercía como voluntario de rescate y sufrió un accidente en medio de una tormenta.
"Tengo 52 años, y esto es lo peor que he visto", dijo Wendy Quire, gerente general de un restaurante en Kentucky. Sus palabras fueron apoyadas por otro residente del estado, Kevin Gordon, recepcionista de hotel, quien aseguró que "esta inundación es un desastre natural".
Peligro para la infraestructura crítica
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó esta misma jornada "una etapa de inundación importante" para docenas de localidades en varios estados, lo que conllevaría un posible aumento del nivel de agua en torno a infraestructuras críticas.
El mal tiempo también ha afectado al transporte aéreo; el sábado se cancelaron 523 vuelos nacionales e internacionales en Estados Unidos y se produjeron más de 6.900 retrasos, mientras que a mediados del domingo se habían registrado 121 cancelaciones y 3.865 retrasos de vuelos estadounidenses.
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